jueves, 20 de diciembre de 2012

Reflexiones. Facundo Cabral.

Reflexiones. Facundo Cabral

De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido.       Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría, ni sufriste el más grande dolor.
      Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el Nuevo día. Vive de instante en instante, porque eso es la  vida.  Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿Cómo no gozar y respetar este momento?
      Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿Por qué te preocupas tanto?
      No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud, dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas
      Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, ¡Pero no digas NO PUEDO ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes!.
      Si quieres recuperar la salud, ABANDONA la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.
      PERDONA a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la  cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.
      Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra  vida, es distraerse de ella.
      El bien y el mal viven dentro tuyo, alimenta más al bien para que sea el VENCEDOR cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas Son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.
      NO TE QUEJES, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas, ya son ganancia. Cuida el presente, porque  en él vivirás el resto de tu vida.
     Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente.
"Quizá el mayor desafío del ser humano en los albores del tercer milenio no sea acabar con el terrorismo, sino precisamente ampliar ese mapa universal que posibilita una mirada más generosa, una percepción más incluyente; quizá nuestro mayor reto presente no sea el de dar con el saudí que tumbó torres e hizo tronar el mundo, sino el de romper el ensueño de la separación y las limitaciones de los sentidos y recuperar nuestro, más  que probable, linaje como hijos de las estrellas, eternos navegantes del cosmos; quizá sea. constatar que no estamos solos, que compartimos universo. Nos encontramos en la más preciosa aventura jamás vivida: la suerte inmensa de reunirnos, festejar, reír y materializar, desde nuestra individualidad, un universo de colaboración entre sus seres, quienes, gobernados desde nuestro universo interior, vivimos el sueño de SER amor universal". 

Facundo Cabral

sábado, 6 de octubre de 2012

Psicología del asesino en serie



Clasificación de los criminales; los trastornos psicológicos que les llevan a cometer esta clase de delitos violentos y posibilidades de tratamiento.

Son más bien recientes las aportaciones de la psicología en el campo de la investigación criminal. No fue hasta el 1970 en Estados Unidos cuando se estableció el perfil psicológico del criminal como técnica de investigación policial gracias a la creación de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI. Esta técnica se continúa utilizando en la actualidad, principalmente en homicidios y violaciones, contribuyendo a arrojar algo de luz sobre las investigaciones.
La diferencia entre un asesino simple y un asesino en serie radica en el hecho de que el asesino serial mata de forma reiterada, a un mínimo de tres personas, de forma individual y sin móviles claros, según la definición de Holmes y De Burguer (1988).

Clasificación de los asesinos en serie

  • Asesinos en serie organizados: preparan de forma meticulosa el crimen, toman precauciones con el fin de no dejar huellas, suelen buscar un lucro económico, ganancia personal o gratificación sexual y son más difíciles de capturar por la policía. Normalmente no conocen a su víctima.
  • Asesinos en serie desorganizados: sus crímenes no suelen ser premeditados o están mal planeados, dejan muchas huellas, tienen un móvil extraño o buscan gratificación sexual aberrante, son detenidos fácilmente o suelen entregarse. Pueden tener algún tipo de relación con la víctima.
Escena del crimen
Según el tipo de asesino en serie del que se trate encontraremos diferencias en la escena del crimen.
En el caso de los asesinos organizados, podemos descubrir que el autor ha intentado evitar ser identificado a través del control de la escena. Puede haber desplazamiento de la víctima, el arma ha sido recogida y no hay agresividad innecesaria, pero sí personalización de la víctima.
Por el contrario, la escena de un asesino desorganizado es caótica, con evidencias de lucha, huellas y despersonalización de la víctima. El arma utilizada suele ser de oportunidad, como si se tratase de una agresión espontánea o violencia repentina. Si hay evidencias de abuso sexual, suelen ser post-mortem.

Enfermedad mental detrás del asesino

Se ha especulado mucho acerca de la perturbación mental que sufren las personas que cometen crímenes atroces. Una de las fuentes principales de conocimiento acerca de la clase de personalidades capaces de matar a sangre fría es el cine que, además de haber reflejado a lo largo de su historia un gran número de trastornos psicológicos, nos ha impactado con relatos realmente espeluznantes relacionadas con los asesinatos en serie.
En lo que respecta al ámbito de la psicopatología, podemos hablar de dos tipos de trastornos relacionados con la actividad criminal:
  • Psicopatía: dentro de la personalidad psicopática encontramos el trastorno antisocial de la personalidad que cuenta con características como un nivel normal o superior de inteligencia, tendencia a la mentira y manipulación, crueldad, falta de remordimientos, poca capacidad de juicio y dificultad para aprender de la experiencia. Normalmente, carece de relaciones afectivas sanas y pueden adoptar una personalidad encantadora y carismática.
La psicopatía está más relacionada con el perfil del asesino en serie organizado. Algunas parafilias como el feticihismo o la necrofilia suelen acompañar en numerosas ocasiones este tipo de asesinatos.
  • Trastornos psicóticos: engloban una serie de trastornos entre los cuales destaca la esquizofrenia. La principal característica es la pérdida de contacto con la realidad, además de la posible presencia de delirios y/o alucinaciones y unas capacidades cognitivas y volitivas disminuidas.
Esta clase de trastornos se corresponden con el perfil del asesino en serie desorganizado.

¿Existe tratamiento para los asesinos en serie?

No son muy conocidos pero existen algunos tratamientos específicos para criminales que se llevan a cabo en algunas instituciones penitenciarias.
  • DEVI: programa de Delitos Violentos
  • SAC: Sexual Agresión Control
  • VIDO: programa de Delitos de Violencia Doméstica
Son programas intensivos desarrollados en el marco de las técnicas cognitivo conductuales. La intervención es de carácter individual, grupal y familiar, de larga duración y llevada a cabo por equipos multidisciplinares especializados en el tratamiento de la conducta violenta.
Estos programas comenzaron a ponerse en práctica en algunas prisiones de Cataluña durante los años 1996 y 1997 y están en continua revisión y adaptación.

Michelle French


Licenciada en Psicología por la Universitat Rovira i Virgili, de Tarragona.

lunes, 16 de julio de 2012

¿Por qué tenemos sueños sexuales con personas insospechadas?

El mundo de los sueños, ese fino tejido de símbolos y meta-emociones, guarda aún intrigantes misterios; por ejemplo, el de tener encuentros sexuales con personas inesperadas.
Los sueños constituyen una de las facetas de nuestra mente que mayor intriga nos generan. Su elegante falta de respeto a las leyes que rigen la realidad ordinaria, su implacable sutileza y su etérea flexibilidad son solo algunas de las virtudes de este apasionante fenómeno que han detonado millones de reflexiones cuasi-hipnóticas.
Una de las interrogantes más curiosas en torno al universo onírico es la siguiente: ¿Por qué si al soñar entramos a un reino plenamente moldeable, en lugar de dedicarnos exclusivamente a vivir inenarrables fantasías, visitar lugares paradisiacos y gozar de extasiantes emociones, en realidad pasamos buena parte de nuestra vida onírica experimentando bizarras situaciones, presenciando absurdos y angustiantes escenarios o recorriendo parajes inhóspitos? O incluso, llevando la curiosidad un paso más allá ¿por qué en lugar de copular con cuerpos angelicales o generar encuentros con los seres carnalmente  más deseados, terminamos por dar vida a contactos sexuales con gente completamente inesperada, con la que muchas veces al parecer ni siquiera nos sentimos atraídos mientras estamos “despiertos”?  ¿Por qué fornicamos apasionadamente en sueños con personas frente a quienes nos sentimos absolutamente neutrales en un plano sexual?
Abundan teorías que tratan de explicar el por qué nos encontramos con ciertas personas, lugares o situaciones durante los sueños. La postura de Freud al respecto, desde una perspectiva simplista, afirma que los sueños son mecanismos a través se los cuales saciamos nuestros deseos ocultos o reprimidos. Jung, en cambio, enfatizaba más en una red de información meta-compartida que llamaba el inconsciente colectivo, afirmando que nuestros sueños emanan de patrones compartidos de símbolos, que a su vez están asociados con arquetipos originales. Fritz Perls, psicólogo y psiquiatra, vio en los sueños una especie de extensión, inmaterial pero directa, de nosotros mismos.
Pero independientemente de las posibles interpretaciones, lo cierto es que en los sueños, como en la vida, los contenidos sexuales tienen un lugar especial debido a la enorme relevancia biológica, cultural, emocional y química que el sexo tiene entre los seres humanos. Para algunos el soñar un encuentro sexual con alguien simplemente quiere decir que, en algún plano de nuestra conciencia, en realidad desearíamos consagrar ese encuentro dentro de la vida ordinaria. En su libro The Sex of Your Dreams: Erotic Dreams and Their Hidden Meanings, la autora Carol L. Cummings postula que los sueños eróticos “tienden a basarse, como afirma Freud, en el saciar de un deseo” y añade que a fin de cuentas son un saludable mecanismo para liberar la energía sexual que en la vida cotidiana tenemos que reprimir, pues materializar esos encuentros sería “inapropiado”.
Contrario a la opinión de Cummings, Gillian Holloway, PhD y autora de The Complete Dream Book, cree que existen diversas explicaciones para entender los sueños sexuales: una posibilidad es que la persona con la cual copulamos en sueños representa ciertas características de personalidad que nosotros deseamos incluir en nuestra propia identidad. En este sentido tal vez no te estás acostando con tu colega del trabajo sino con alguna de las virtudes que percibes en su personalidad, y que en la tuya consideras que hacen falta. Otra posibilidad es que aprovechas los sueños para encontrarte eróticamente con alguien que en el fondo sabes que en la vida real no te hará bien y por lo tanto quieres desgastar la posibilidad de que cuando estés despierto puedas tener un encuentro similar. Finalmente, otra posibilidad es que la cópula onírica represente el hecho de que estas forjando un nuevo proyecto con esa persona y el acto sexual que mantienes con ella simplemente representa, de una manera bastante coqueta, el hecho de que asumes un compromiso para crear, en conjunto, algo todavía inexistente.
Así que por un lado tenemos la posibilidad de que en realidad te encantaría “sexualizar” tu relación con aquellas personas con quienes co-protagonizas sueños eróticos, a pesar de que sea algo que tu consciente niegue rotundamente. Por otro lado parece importante enfatizar que los encuentros sexuales no necesariamente tienen una alusión directa al acto sexual, sino que se usa la carga simbólica de esta actividad para representar, en tu propio teatro onírico, otras facetas de tu relación con esa misma persona o incluso contigo mismo.
Al parecer lo que realmente importa es cultivar la comprensión de que los sueños representan una especie de herramienta evolutiva íntimamente relacionada con el auto-conocimiento, con la aceptación de nuestras circunstancias individuales y con la noción de que a fin de cuentas cada uno de nosotros está “diseñado para diseñar” nuestras respectivas realidades, sean oníricas o “reales”. Y bueno, si después de leer este artículo ninguna de las posibles interpretaciones te convence, lo único que me restaría es recomendarte que al menos trates de disfrutar al máximo esos despliegues eróticos que inevitablemente todos vivimos.


Lucio Montlune

Gracias a pijamasurf.com



miércoles, 27 de junio de 2012

Sintomas y Enfermedades Psicosomáticas



Los sintomas fisicos suelen ser llamados de atencion que nos indican que  algo en nuestras vidas esta necesitanado cuidados. En la enfermedad psicosomatica a medida que las emociones, el estres o sentimientos negativos son más intensos, más fuertes o más impactantes, también lo son esas respuestas emocionales o cognitivas
Cuando la relación mente cuerpo ve alterada su armonía, debido a emociones displacenteras, sentimientos negativos, modificaciones del ciclo vital, baja autoestima, alteraciones funcionales  o situaciones de alto impacto emocional generadoras de estrés, inevitablemente se produce un impacto, que puede representarse en forma de síntomas o enfermedades psicosomaticas.
Detras de todo sintoma fisico hay guardados sentimientos,  temores, pensamientos, y racciones emocionales.  Escuchar lo que estos sintomas nos estan tratantdo de decir es una forma y una oportunidad de manterenr la salud y una equilibrada forma de vida del eje cuerpo – mente. En la enfermedad psicosomatica en la medida que las emociones, el estres o sentimientos negativos son más intensos, más fuertes o más impactantes, también lo son esas respuestas emocionales o cognitivas.
Considerando y teniendo en cuenta que los acontecimientos, las dificultades ambientales y el estres desempeñan un papel importante en la génesis de la enfermedad psicosomatica .
La Medicina Psicosomática, los toma en cuenta, los considera y es vista como un enfoque terapéutico que engloba la totalidad de los procesos integrados entre los sistemas somático, psíquico, social y cultural.
Procesos que inicialmente emergen desde lo orgánico pueden repercutir en la esfera psicológica como por ejemplo traumatismos, enfermedades endocrinas, alteraciones funcionales, enfermedades oncologicas cáncer, etc.
Estas y otras enfermedades psicosomáticas pueden influir en la esfera psicológica de una forma negativa como reacción al hecho de estar enfermo o porque la misma afeccion psicosomática modifica y altera la esfera de lo psíquico.
Para la medicina y la psicologia en la aparición de las enfermedades psicosomaticas las situaciones emocionales son un factor desencadenante tan importante como lo son las bacterias, las toxinas y los traumas que haya sufrido la persona.
La aparición misma y la evolución de la enfermedad en el orden somático -corporal-puede ser inducida por lo psíquico del mismo modo que la enfermedad somática tiene su incidencia en lo anímico y psicológico.
Los estados depresivos, las situaciones de tensión emocional prolongada, el estres, producen disminución en las inmunodefensas.
Cuando la respuesta inmunológica se halla disminuida, se pueden presentar síntomas y enfermedades somáticas, esto es que afecten un organo o una funcion.
La influencia de los factores psicológicos, también constituye un vector de peso en el desarrollo y evolución de la enfermedad psicosomatica. Como así también influye en la recuperación o administración de los padecimientos, el recibir una ayuda terapéutica puntual y dirigida hacia el alivio y mejoría.
En el Instituto Gubel la modalidad para el tratamiento de las enfermedades psicosomaticas es variable en función de las circunstancias, características, tipo de síntomas e intensidad con que afecta a la persona.
Los tratamientos psicosomáticos pueden incluir hipnosis, desensibilización sistemática, terapia cognitiva, psicoterapia e hipnoterapia ericksoniana entre otras posibilidades.
“La cuestión no es que enfermedad tiene una persona,
sino quien es, la persona que ha sucumbido a la enfermedad”
William Osler

Existen diferentes modalidades en las formas de manifestación de trastornos o alteraciones orgánicas que tienen su correlato con factores de orden psicológico.
Enfermedades psicosomáticas más frecuentes:
  • Digestivas: colon irritable o síndrome de intestino irritable úlcera, colitis ulcerosa, aerofagia y dispepsias psicógenas, hipo, neurosis gástricas, gastritis, reflujo, de la motilidad, espasmo de piloro, evacuatorias, constipación, diarreas psicógenas, meteorismo, estado nauseoso, dolor abdominal crónico funcional, globus o globo histérico, sensación de tener un nudo en la garganta que causa disfagia y otras formas de disfagia orofaríngea.
  • Respiratorias: asma bronquial, bronquitis, alergias, rinitis alérgica, tos psicógena, hiperventilación. Los estados depresivos producen suspiros, ante el factor sorpresa se corta la respiración, la emoción sofoca y los estados de angustia ahoga.
  • Corazón y Sistema Cardiovascular: hipertensión arterial, infarto de miocardio y hemorragias cerebrales, neurosis cardíaca, astenia neurocirculatoria, hipertensión.
  • Genitourinarias: vaginismo, trastornos menstruales, Dismenorrea psicógena enuresis, disfunciones sexuales, paruresis, disuria psicógena, vejiga nerviosa, polaquiuria.
  • Endocrinas: bocio, diabetes, hipertiroidismo y obesidad.
  • Dermatológicas o Cutáneas: eczemas, alopecia, psoriasis, dermatitis, alopecia areata -caída del cabello, barba o bello en zonas determinadas-, acne, picazón intensa, prurito psicógeno o urticaria, hiperhidrosis, vitíligo, sensación de hinchazón, hormigueo, entumecimiento o de sensaciones extrañas.
  • Osteomusculares: cefaleas tensionales, fibromialgia, tortícolis psicógena y otros trastornos y movimientos espasmódicos psicógenos.
  • Trastornos sexuales y de la identidad sexual: disfunciones sexuales, parafilias, alteración de los patrones sexuales.
  • Trastornos Somatomorfos: se manifiestan como la presentación reiterada de síntomas orgánicos generalmente acompañados de demandas persistentes de consultas, exploraciones, estudios y análisis clínicos.
  • Trastornos de Somatización: son síntomas físicos múltiples, recurrentes y variables, presentes desde hace cierto tiempo y sin una adecuada explicación somática. Generalmente existe resistencia a aceptar la respuesta medica, acerca que en dicha sintomatología no hay una evidencia de afección orgánica, trayendo esto aparejado, además de la inconformidad del paciente, un creciente grado de afectación en el comportamiento en y de su entorno familiar y social.
  • Hipocondría o Trastornos Hipocondríacos: Consisten en una distorsionada creencia o sensación persistente de la presencia de al menos una enfermedad y en la dificultad en la aceptación de explicaciones medicas adecuadas. La característica esencial de este trastorno es la preocupación persistente de la posibilidad de tener una o más enfermedades somáticas graves progresivas, puesta de manifiesto por la presencia de quejas somáticas persistentes o por preocupaciones persistentes sobre el aspecto físico. Con frecuencia en la hipocondria el enfermo valora sensaciones y fenómenos normales o frecuentes como excepcionales y molestos, centrando su atención, casi siempre sólo sobre uno o dos órganos o sistemas del cuerpo.
  • Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia: aprendizaje, atencion, comunicación, desarrollo, alimentación, eliminación, estado de animo, tics, conducta, otros.
  • Trastornos de la memoria, amnésicos y cognitivos: incluye delirios, demencias, amnesias y trastornos que alteren la función cognitiva.
  • Trastornos psicológicos debidos a una enfermedad orgánica médica: presencia de síntomas psicológicos como consecuencia directa de una enfermedad orgánica
  • Trastornos vinculados al uso, consumo y abuso de sustancias: drogas de abuso, incluyen alcohol, tabaco, medicamentos y exposición a tóxicos.
  • Trastornos del estado de ánimo. alteración del humor: depresivos, maniacos o hipomaniacos -estado de ánimo explosivo, exaltado, irritable-, trastorno bipolar, tristeza.
  • Trastornos de ansiedad: de angustia panico con y sin agorafobia, agorafobia, fobias específicas, fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático o por estrés agudo, ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica, trastorno de ansiedad inducido por sustancias y trastorno de ansiedad no especificado
  • Trastornos facticios: manifestaciones, síntomas físicos, psicológicos o pseudo enfermedades, generados, sensacionados, percibidos y manifestados como una enfermedad real pero sin una base orgánica.
  • Trastornos de la ingesta y conducta alimentaria: alteraciones alimentarias, entre ellos obesidad, bulimia y anorexia nerviosa.
  • Trastornos del Sueño: Insomnio, terrores nocturnos, dificultades en el dormir, disomnia, movimiento e inquietud.
  • Trastornos del control de los impulsos.
  • Trastornos adaptativos: La característica esencial del trastorno adaptativo es el desarrollo de síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a un estresante psicosocial identificable.
  • Trastornos de la personalidad: se manifiestan como un comportamiento que no condice con la cultura a la que pertenece la persona, tiene como inicio la adolescencia o al inicio de la edad adulta, se mantiene a través del tiempo y acarrean malestares y perjuicios para el que los padece.
  • Trastornos somatomorfos: presencia de síntomas físicos que sugieren una enfermedad médica y que no pueden explicarse completamente por la presencia de una enfermedad, por los efectos directos de una sustancia o por otro trastorno mental como el ataque de pánico o trastorno de angustia.
  • Trastornos de dolor somatomorfo persistente: Consisten en la persistencia de un dolor intenso y penoso que no puede ser explicado totalmente por un proceso fisiológico o un trastorno somático. El dolor se presenta con frecuencia en circunstancias que sugieren que el dolor está relacionado con conflictos o problemas.
  • Otros Trastornos Somatomorfos: En estos trastornos los síntomas no están mediados por el sistema nervioso vegetativo y se limitan a sistemas o a partes del cuerpo específicos, lo que contrasta con la presencia de quejas frecuentes y cambiantes sobre el origen de los síntomas y del malestar del trastorno de somatización y del trastorno somatomorfo indiferenciado. No existe lesión tisular.
Se deben clasificar aquí otros trastornos de la sensibilidad no debidos a trastornos somáticos, que están estrechamente relacionados en el tiempo con problemas o acontecimientos estresantes o que dan lugar a un aumento significativo de la atención que recibe el enfermo del médico o de otras personas.
“No es porque las cosas sean difíciles, que no nos atrevemos.
Es porque no nos atrevemos que, las cosas son difíciles…”
Séneca
“Sería difícil pecar por exceso al estimar el beneficio científico que el conocimiento de los fenómenos hipnóticos han reportado a médicos y psicólogos por igual”
“El tratamiento hipnótico implica realmente una considerable ampliación del campo de la actividad terapéutica, y con ello un progreso del arte curativo. Sin embargo, seria preciso aplicar la hipnosis en una forma muy distinta a la que hoy suele prevalecer. Por lo común se recurre únicamente a este método cuando todos los demás recursos han fracasado, cuando el enfermo ya se encuentra abatido y decepcionado.
El propio medico de cabecera debería estar familiarizado con la hipnosis terapéutica y aplicarla desde un principio, cuando considere que el caso y la persona así lo indican”
(S. Freud 1904/5 -Sobre Psicoterapia-)

La Hipnosis Clínica Cognitiva Terapeutica en Enfermedades Psicosomaticas

Frente a la Enfermedad Psicosomática la Hipnosis Clínica Cognitiva, Relajación e Hipnoterapia incluidas dentro del esquema terapéutico pueden colaborar activamente como recurso adicional complementario en el tratamiento medico de base
Desordenes Gastrointestinales: Ulceras. Síndrome de Intestino Irritable Colon Irritable Colitis Ulcerosa. Enfermedad de Crohn. Estado Nauseoso. Dolor Abdominal Crónico Funcional.
Terapéutica complementaria en Oncología: Control y Alivio del Dolor, Motivación, Ampliación del Proyecto de Vida, Sexualidad, Estados Depresivos, Nauseas asociadas a la quimioterapia, apoyo psicoterapéutico al paciente neutropenico. Estimulo de la actitud colaborativa ante la terapéutica médica.
Desordenes Dermatológicos: Eczemas. Herpes. Prurito. Psoriasis. Dermatitis
Desordenes y Disfunciones Sexuales: Anorgasmia. Disfuncion Erectil. Eyaculacion Precoz.
Control de Peso y Obesidad. Adelgazar Bajar de Peso Modificación de Conductas. Saciedad
Desordenes de Hipertensión Arterial. Hipertension. Estabilizacion de la Tension Arterial
Colon Irritable: “La Hipnosis -frente al colon irritable o sindrome de intestino irritable sii- puede ser utilizada como método seguro, no invasivo y eficaz en relación con el costo, concebido para reducir niveles de ansiedad, enseñar al paciente a emplear conductas motivadoras, una participación mas activa en beneficio de su salud y mejorar el control de su dolor” (Sleinsenger & Fordtran. Enfermedades Gastroinstestinales y Hepáticas).

La combinación de Psicoterapia Breve que incluya Hipnoterapia Cognitiva, con el seguimiento cercano por parte del gastroenterólogo, en una buena relación de la tríada médico/paciente/terapeuta, junto a la modificación dietaria, -si es que fuese de ayuda, pues en algunos pacientes genera ansiedad al no reportar importantes resultados- anulan a menudo influencias corticales nocivas, disminuyendo las tensiones y estres emocional, mejorando la motilidad alterada y el ánimo perturbado resultante, como también el alivio del dolor abdominal y de los estados ansiosos y depresivos.-
Enfermedades Desmielinizantes:
La práctica Psicoterapéutica donde se incorpora Hipnosis Clínica Cognitiva e Hipnoterapia Ericksoniana, como parte integrante de la terapia, favorece al paciente en estimularlo a hacer que su organismo posee, como así también facilita la labor del equipo transdisciplinario consolidando la relación vincular con los diferentes profesionales intervinientes.
La incorporación de la Hipnosis Clínica Cognitiva o Hipnoterapia Ericksoniana, dentro del tratamiento psicoterapéutico en las afecciones psicosomaticas “pese a que la hipnosis clinica no modifica el estado de las lesiones anatómicas ni los aspectos fisiopatológicos, sí favorece un mejor ajuste a la realidad en el paciente, facilitando una mejor neutralización de las secuelas nocivas” (Shapiro y Kline), al incrementar la autoconfianza, mejorar la disposición anímica y estimular al aprovechamiento máximo de los recursos potenciales naturales que el paciente posee y que tantas veces por causa del propio abatimiento físico y anímico, desvalorización, cansancio y actitudes autofrustrantes lo llevan a abandonarse o sentirse con muchas menos habilidades o capacidades de las que en realidad posee.
 Gracias a Instituto Gubel, Buenos Aires, Argentina.

lunes, 14 de mayo de 2012

El estrés, una amenaza constante.




El estrés puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o ansioso.

El estrés puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a unofrustrado, furioso o ansioso.
La complejidad de los tiempos modernos envuelve a individuos y familias en el frenético torbellino de las preocupaciones. En estos días, se entremezclan grandes éxitos con angustiosos problemas: La inestabilidad, la incertidumbre y el desequilibrio, son la simiente que engendra ansiedad tensiones, angustia y estrés.
Estrés es un término derivado de la ingeniería por Hans Selye: un material, por ejemplo un metal, sometido a tensión resiste determinado tiempo antes de quebrarse. Lo mismo ocurre con puentes edificios, etc. La ingeniería estudia como hacer para que resistan.
El Dr. Hans Selye es conocido como el descubridor del estrés. Médico austriaco que adoptó la ciudadanía canadiense. Doctor en medicina y filosofía. Es considerado el “padre del estrés” por haber sido la persona que organizó las diferentes investigaciones, desarrollando los conceptos que son la base de nuestra comprensión del estrés.
Selye dice: “El equilibrio químico dentro del organismo, está bajo el gobierno, principalmente, de tres diminutas glándulas: la pituitaria, que se aloja abajo del cerebro, y las dos suprarrenales, que se hallan montadas sobre los riñones. Las tres juntas pesan menos de 10 gramos y sin embargo, sus hormonas, increíblemente poderosas, tienen una influencia enorme sobre las funciones vitales, y su trabajo principal es adaptar al cuerpo a todo género de tensiones orgánicas”.

El estrés en la vida moderna

Muchas enfermedades son el resultado de la depresión mental, las penas, la ansiedad, el descontento, el remordimiento, el sentimiento de culpabilidad y la desconfianza. Estas menoscaban las fuerzas vitales y llevan al decaimiento y la muerte.
Con el estilo de vida que se vive en la actualidad, vivir sin tensión nos transformaría en personas vegetales y perderíamos toda la emoción de una vida plena y activa.

La vida en parte es como una cuerda de guitarra, que ha sido creada para vivir en tensión. Si esta floja, produce un sonido desagradable. Tensionada de más, se romperá. Bien afinada cumplirá su propósito.
Por eso es importante saber en qué nivel de estrés nos encontramos, estos niveles se dividen en tres zonas:
Hipoestres: Esta es una zona en la cual se mueve una persona que está deprimida, usa droga depresiva, o tiene alguna enfermedad que le impide poseer el grado de “tonicidad” como para actuar, o producir aspiraciones.
Eustrés: Se le llama “estrés saludable” Es una reacción biológica de adaptación que anticipa el peligro al individuo, al mismo tiempo que provee el ímpetu emocional para evitarlo o enfrentarlo. El Eustrés, es el nivel de estrés que el individuo puede tolerar y que lo motiva a funcionar productivamente.
Distres: Cuando el estrés alcanza un nivel perjudicial, y el individuo ya no es capaz de enfrentar los eventos que lo producen. Está incapacitado para adaptarse de manera saludable.


¿Que son los estresores?

Estresor es la palabra técnica que se usa para designar los factores que producen el estrés.
Cuando no se puede identificar el estresor y su origen no se puede localizar el problema y trabajar para su solución.
El estresor en cualquier evento, no importa cuán insignificante sea, necesita una decisión o respuesta de nuestra parte.
Algunos individuos, por sus características emocionales o psicológicas, son afectados más fácilmente por los estresores.
El estrés es la reacción física, mental, y emocional de las personas ante cualquier circunstancia que perturba su equilibrio normal. Llega a ser grave cuando excede la capacidad de adaptación del individuo.
Para ser exacto, técnicamente estrés no es lo que nos sucede, sino nuestra respuesta a lo que nos acontece.
Los especialistas han elaborado una lista de 27 estresores, que no son otra cosa que situaciones típicas que han sido investigadas desde hace tiempo.
1. Muerte del cónyuge o algún familiar.
2. Divorcio.
3. Terminación de un noviazgo.
4. Prisión.
5. Enfermedades crónicas.
6. Uso de drogas o alcohol.
7. Perder el trabajo.
8. Problemas en los estudios.
9. Problema de salud de algún familiar.
10. Trabajar y estudiar al mismo tiempo.
11. Trabajar más de 40 horas a la semana.
12. Cambio de casa.
13. Problema de ajuste sexual.
14. Cambio de responsabilidad en el trabajo.
15. Dormir menos de 8 horas al día.
16. La pareja o los padres dejan de trabajar.
17. Comienzo o fin de la escuela.
18. Alergias crónicas.
19. Problemas con los mandos superiores en el trabajo.
20. Cambio de carrera en la universidad.
21. Cambio de escuela.
22. Cambio de horario en el trabajo.
23. Deuda personal o familiar.
24. Transgresión a alguna ley menor.
25. Cambio de religión.
26. Cambio de hábitos personales.
27. Nuevo miembro en la familia (nacimiento de un hijo)
Esta lista no agota todos los tipos de estresores.
El estrés es hoy sin duda una de las grandes amenazas para la salud de la sociedad en estos tiempos modernos. Afecta por igual a hombres y mujeres, ricos y pobres, grandes y chicos, habitantes del campo o la ciudad. El estrés nos desgasta desde nuestro interior, impidiéndonos tener una relación satisfactoria con nuestros semejantes y disfrutar de la vida.

¿Está usted bajo estrés?

Aquí hay un test para saber en que grado de estrés nos encontramos

 Copyright del artículo:
  Alex Ponce Aguirre - CEO & Co-Founder de Adven7 TV. Editor columnista de la revista Sol Latino en Grecia.


Fuente: http://suite101.net  






miércoles, 11 de abril de 2012

Niños criados con apego frente a situaciones de violencia


Por Psic. Ramón Soler

Con frecuencia, me llegan consultas de madres y padres concienciados en ofrecerles a sus hijos una educación apegada y respetuosa, pero que, sin embargo, no saben muy bien cómo reaccionar cuando por diversas circunstancias, sus niños se topan con situaciones más o menos violentas. Esta es una cuestión que me interesa no sólo como psicólogo, sino también como padre. Como consecuencia de esta lícita preocupación, lo que pretendo con este artículo es el ofrecerle a otros padres una pequeña guía de cómo reaccionar cuando sus hijos vean o asistan a este tipo de sucesos altamente desagradables. Para ponernos en situación, podemos evocar varios ejemplos reales del problema del que estamos hablando.

Imaginemos, por ejemplo, a Lucía y Carla, que estaban viendo un capítulo de Doraimon en la televisión y presenciaron cómo la madre de Gigante (el niño matón del barrio) se lo ponía en las rodillas y le daba unos azotes en el culo. Acto seguido, evidentemente, el niño rompía a llorar con desconsuelo. Impresionadas y sobrecogidas, las dos niñas le preguntaron a su madre, Estrella, por qué la Mamá estaba pegando a su hijo. “Los niños no pegan, pero los mayores tampoco”, le dijeron las hermanas a su madre.

Pongámonos también en el lugar de Jorge, que acompañaba a su hija en un moderno parque de juegos cuando, incomprensiblemente, unas niñas mayores empezaron a hacer comentarios despectivos y a reírse de la pequeña. En aquellos momentos, a Jorge sólo se le ocurrió coger en brazos a su desconsolada hija y alejarse del parque. Otro día volverían a jugar allí, le prometió a la niña.

Muchos padres tampoco saben muy bien qué hacer cuando su hijo sufre el acoso de otro niño de su urbanización que le persigue, le pega o, incluso, le zambulle a la fuerza en la piscina.

Por mucho que los padres queramos para nuestros hijos una crianza basada en el respeto y la no-violencia, es imposible y tampoco es saludable, mantenerlos siempre apartados del mundo exterior. Sé que es un mundo por lo general difícil, muy diferente al que han conocido en su casa, pero, por más que deseemos proteger a nuestros hijos, en cualquier momento pueden surgir situaciones violentas como las que describía más arriba. No podemos controlar todos los avatares, ni de sus vidas, ni de las nuestras. He conocido muchas familias que crían a sus hijos con leche materna, duermen con ellos, no les pegan y les tratan con afecto y respeto, pero que, asustados por la agresividad y la violencia de la sociedad, intentan protegerles en demasía apartándoles todo lo posible del mundo en el que viven; son padres que se van a vivir a un pueblecito tranquilo, evitan las grandes aglomeraciones y los centros comerciales o, incluso, no dejan que sus hijos vean la televisión para preservarlos de todo el mal que hay en el mundo. En mi opinión, esto es una manera de ponerse una venda sobre los ojos y huir de la realidad. Tarde o temprano, esos niños tendrán que salir de su aislamiento y, posiblemente, acaben enfrentados a situaciones incómodas o violentas, por lo que es muy importante que sepan cómo afrontarlas. Nuestra tarea, como padres debe ser proveer a nuestros hijos de herramientas para que, además de encontrar su propio equilibrio, puedan defenderse en la vida y valerse por sí mismos.

Creo que Clarissa Pinkola Estés lo explica perfectamente en este texto de Mujeres que corren con los lobos: “Tal como ocurre en el mundo animal, una muchacha aprende a ver al depredador a través de las enseñanzas de su madre y su padre. Sin la amorosa guía de los padres, la joven no tardará en convertirse en una presa”. Ella se refiere a las mujeres, pero se puede aplicar también a los niños criados con apego frente a la sociedad actual. Por desgracia, estos niños apegados son aún una minoría frente a los educados bajo amenazas, coacciones, chantajes, gritos o bofetones. Espero y deseo que, generación tras generación, el mundo vaya virando hacia unos métodos educativos más empáticos, más respetuosos y menos violentos. Mientras tanto, nuestros niños deben aprender a defenderse en una sociedad donde las agresiones de todo tipo están a la orden del día.

Cuando trabajo en la consulta, siempre les digo a mis pacientes que la terapia no les va a evitar los problemas o las situaciones difíciles del futuro, pero sí que les va a proporcionar las herramientas adecuadas para poder afrontarlas. Suelen ser personas que, por lo general, no tuvieron el apoyo suficiente en su infancia y que, como consecuencia de ese desamparo, no se sintieron protegidas frente a las agresiones.

Mientras los niños son pequeños y están indefensos, corresponde a los padres el velar por la seguridad de sus hijos y el defenderles de las agresiones que puedan recibir o presenciar. Esta es nuestra tarea como progenitores, ofrecerles a nuestros hijos una buena base de seguridad y confianza en sí mismos para que, una vez llegados a la edad adulta, sean capaces de desenvolverse en la vida de manera sana, siendo conscientes de lo que quieren y pudiéndose defender de los ataques externos que puedan recibir.

Diferencia entre juegos de lucha y agresiones.
Antes de continuar, para poder comprender algunas situaciones que se pueden plantear en los juegos de los niños, creo que es necesario establecer una diferencia entre juegos de lucha (con cierto grado de agresividad) y los actos violentos. Debemos entender que los niños son mucho más activos que nosotros, los adultos. Ellos corren, gritan, saltan, hacen carreras y, en numerosas ocasiones, se empujan, se abrazan o se enzarzan en juegos en los que el contacto físico está presente. Normalmente, estos juegos no son más que una manera de descubrirse, aprendiendo a reconocer los propios límites y los límites de los otros. En este tipo de juegos, es importante que todos los participantes lo disfruten. Cuando alguno de los niños empieza a no estar a gusto con el juego o hay intención de hacer daño por parte de algún participante, entonces, el juego pasa a ser agresión y es el momento de poner límites.

Rebeca Wild, tras más de 20 años de experiencia en el Pestasola, su escuela activa/no directiva, lo expresa de la siguiente manera: “Cuando los niños del Pesta inician un juego de lucha, lo que hacemos es acercarnos en lugar de apartarnos. Intentamos captar el estado emocional de cada niño. Cuando un niño comienza a sentir miedo, a estar tenso o a mostrarse encolerizado, nos acercamos un poco más y verbalizamos un límite “Si uno de vosotros no quiere continuar o llora, el juego se acaba”(...) Ante todo, establecemos claras distinciones entre juegos de lucha y de riña, que son juegos que cuentan con la aprobación de ambas partes, y las agresiones contra alguien, que no están permitidas”. En muchas ocasiones, puede que el agresor en los juegos entre niños no tenga intención de hacer daño, pero debemos enseñar a nuestros hijos a estar atentos al otro y saber respetar cuando éste no quiera seguir el juego por ese camino.

Las necesidades de los niños y cómo podemos ayudarles

A lo largo de muchos años acompañando en mi consulta a personas que reviven sus primeros años de vida (mediante las regresiones) y, también, gracias a todo lo que he investigado sobre la infancia, he podido sacar unas conclusiones básicas sobre lo que realmente necesitan los niños. Voy a intentar resumir brevemente los principios fundamentales que proporcionarán a nuestros hijos unos cimientos firmes y seguros desde los que poder manejarse en la vida:

- Comunicación –
Resulta de fundamental importancia tener una comunicación sana y completa con nuestros hijos. Cuando empiecen a hacer preguntas sobre estos temas, será el momento de responderles honesta y abiertamente.

Ya a edades muy tempranas, podemos explicarles a nuestros hijos que algunas personas se comportan de forma agresiva porque, de pequeños, no tuvieron los besos y abrazos que necesitaban. También podemos decirles que sus padres, seguramente, les pegaron cuando eran niños y que, por esta razón, no saben tratar a los demás de otro modo. Obviamente, deberemos adaptar nuestro lenguaje a la edad del pequeño, pero es sorprendente cómo niños muy pequeños (de 2 ó 3 años) entienden perfectamente lo que les estamos contando cuando se les explica este tipo de cosas. De esta manera, les ayudaremos también a desarrollar la empatía y el sentido de la justicia. Alice Miller decía que “un niño al que se le dice la verdad y se le educa a no tolerar la mentira y la brutalidad, se desarrollará libremente, como una planta cuyas raíces no serán devoradas por los gusanos (por las mentiras)”.

No obstante, aunque les expliquemos las razones por las que la gente se comporta de forma violenta, también debemos aclararles que es algo que no está bien y que no está justificado pegar ni abusar de los demás.

Cuando crecen, podemos hablarles de cómo saber reconocer y defenderse de la gente que quiera maltratarles o abusar de ellos.

- Respeto –
Una crianza para la vida debe infundir en el niño, en primer lugar, el respeto hacia sí mismo. La tarea de los padres consiste en proveer a sus hijos el modelo y las herramientas necesarias para que sepan defenderse de las agresiones que puedan recibir del exterior. Para ello, es imprescindible conocer los procesos madurativos del niño, es decir, lo que puede o no puede hacer y/o asumir en cada momento de su vida.

El respeto se manifiesta cuando prestamos atención y apoyamos al niño en cada uno de esos momentos evolutivos por los que pasa. Si les acompañamos en su maduración y no le intentamos imponer ritmos arbitrarios, nuestros hijos tendrán confianza en sí mismos y podrán desarrollar libremente todas sus potencialidades. Además, el respeto ha de ser incondicional, debemos confiar plenamente en la naturaleza y las propias capacidades del niño. De esta manera, no se bloquearán los impulsos innatos de empatía, generosidad y altruismo que poseen todos los niños.

Un ejemplo de este respeto puede ser, por ejemplo, no presionarles para que saluden a vecinos o familiares cuando no les apetezca. Ellos saben, tal vez mejor que muchos adultos, quién les cae bien y quién no. Para los niños, supone una agresión, por ejemplo, que se les fuerce a besar a la vecina del quinto cada vez que se la encuentran. Si les dejamos desarrollarse libres, aprenderán a valorarse y sabrán defenderse de las agresiones exteriores. Si no se sienten respetados en estas pequeñas situaciones de la vida cotidiana, su confianza se verá mermada y, cuando crezcan, no serán capaces de valorarse ni podrán afrontar los ataques que reciban.

A nuestra hija, por poner un ejemplo personal, nunca la hemos forzado a saludar, ni besar a nadie. Si, cuando se nos acercaba algún desconocido, la notábamos incómoda, no la obligábamos a responderle, ni la presionábamos para que le dijera algo. Un día, antes de cumplir los tres años, vi que se acercaba un vecino hacia nosotros y se me ocurrió preguntarle a nuestra niña si le apetecía saludarle. Muy convencida, me dijo: “No, es que no tengo confianza”. Evidentemente, la respeté y no la obligué. A los pocos meses, gradualmente, se fue lanzando a saludar y despedirse, a pedir la compra en la panadería, etc.

- Protección/defensa –
Para que los niños puedan crecer seguros y confiados, deben sentirse protegidos por sus padres.

Debemos defenderles de las pequeñas y, aparentemente, insignificantes agresiones a su intimidad que se producen constantemente cuando son bebés (como por ejemplo la señora mayor desconocida que le pellizca el moflete o le pide que le dé un beso).

Un tipo de violencia muy aceptada socialmente y en la que, sin dudarlo, tenemos que intervenir, es la que se da entre bebés. Todos hemos presenciado escenas en las que niños de apenas un año se dan manotazos, se tiran de los pelos, se muerden o se arrancan los juguetes sin que los padres se inmuten. Resulta alarmante, pero una madre cuya niña pegaba a todos los niños que se encontraba me llegó a comentar un día: “es normal, a la mía le dieron ayer un puñetazo. No pasa nada”. Los padres toman este tipo de violencia como algo habitual y no hacen nada por impedirlo. Por supuesto, que los bebés aún no saben medir sus fuerzas y no tienen intención de hacer daño, pero, debemos aprovechar estas situaciones para enseñar a los niños el respeto por los demás y que no se puede agredir a otras personas.

Si a medida que va creciendo, el niño se siente protegido y tiene la seguridad de que sus padres le defenderán de los peligros, su autoconfianza no se verá mermada y podrá desarrollarse emocionalmente sano.

También resulta fundamental que el niño se sienta acompañado, incluso en las situaciones en las que los padres no pueden estar físicamente con él, como por ejemplo en el colegio. Si mantenemos una comunicación constante con nuestro hijo y tiene la confianza necesaria para contarnos cualquier cosa que le suceda, el niño se sentirá amparado emocionalmente, y sabrá que no está solo. Estos hechos son de vital importancia para que crezca seguro.

Ejemplos de situaciones concretas

Soy consciente de que hay infinidad de situaciones potenciales y de que es imposible abarcarlas todas, pero teniendo en cuenta los puntos comentados anteriormente, voy a tratar de presentar unos ejemplos prácticos, planteando unas posibles reacciones donde aplicar todo lo que ya sabemos.

No pretendo que esta sea una guía para seguir al pie de la letra, sino una serie de reflexiones en voz alta, las cuales, cada uno deberá adaptar a su situación personal.

-Otro niño agrede al nuestro en el parque.
Si son pequeños y otro niño les agrede (en el parque, en la calle...) son los padres los que deberán parar al agresor y marcarle los límites mínimos para jugar pacíficamente. En caso de que sea necesario, también habrá que hablar con los padres y explicarles lo que permitimos y lo que no permitimos que sus hijos hagan con los nuestros.

Alexander Neill (fundador de la escuela libre Sumerhill) decía que “Libertad es cuando uno puede hacer y decidir lo que quiera mientras no interfiera en la libertad de los demás”.No podemos consentir que otros padres dejen que sus hijos agredan alegremente a otros niños.

Una vez en casa, les podemos explicar a nuestros hijos que hay niños que son más agresivos y que pegan porque no les tratan bien en casa o porque a ellos también les pegan, pero que no está bien y que hay que saber defenderse de estas actitudes.

Cuando los niños son pequeños, podemos jugar con ellos a representar ese tipo de escenas conflictivas para que ellos vayan practicando cómo defenderse. Sería una especie de role-playing donde papá o mamá les plantea la situación “ahora viene ... y te va a pegar” y le damos posibles respuestas para que él las practique: “No. No me gusta que me pegues (mientras hace el gesto de no o de parar con la mano)”.

También podemos representar las situaciones vividas montando pequeñas obras de teatro con los muñecos del niño. El objetivo de poder practicar estas escenas en casa, es que cuando se le presente la situación en la vida real, ya no le pillará desprevenido y podrá defenderse mucho mejor.

A medida que el niño va creciendo, ya no necesitará hacer estas representaciones, pero siempre es importante hablar en casa de lo sucedido y pensar en distintas alternativas por si hay una próxima vez.

La idea general que debemos tener es que los niños que son defendidos por sus padres se sienten seguros y están aprendiendo a defenderse por sí mismos en el futuro.

No hay que olvidar, no obstante, que el niño que agrede, también es una víctima de un ambiente violento. Casi con toda seguridad, sus padres le tratarán de forma agresiva o usarán el consabido “cachete preventivo”. Al hablar con ese niño para marcarle los límites del respeto al otro, podemos explicarle por qué no debe pegar a los demás y cómo se sienten los otros cuando les agrede. De esta manera, le estaremos dando un punto de vista que posiblemente no haya contemplado jamás y, tal vez, le ayudemos a percatarse de que sus padres no lo están haciendo bien cuando le pegan. Alice Miller explica en sus libros que para que una persona que ha sufrido maltratos en su infancia no se vea arrastrada por el efecto negativo de estos, necesita contar, en algún momento de su vida, con un testigo empático de sus emociones, alguien que le dé una visión del mundo distinta de la que vive en casa y le permita en un futuro cuestionarse la actitud de sus padres.

- Le agreden en el colegio.
Uno de los mayores temores de muchos padres que han criado a sus hijos sin agresiones ni violencia es que puedan sufrirlas en el colegio.

Ante este tipo de situaciones, en primer lugar, los niños deben buscar la ayuda de un adulto si se encuentran ante una amenaza o si les están agrediendo. Los profesores y cuidadores deben ser la primera ayuda cuando los padres no están presentes.

Si los niños viven en un ambiente de confianza y libertad, contarán en casa todo lo que les haya sucedido en el colegio. Los padres podrán, entonces, hablar con los profesores y con los padres de los otros niños (si es preciso) para aclarar la situación y exigir a los responsables que pongan los medios necesarios para que no vuelva a repetirse.

Una vez en casa, los padres pueden explicarle a su hijo los motivos por los que esos niños se comportan así (como ya he comentado anteriormente), pero también pueden decirles que no es necesario que estén con determinados compañeros si no les gusta la actitud que tienen.

Aunque los padres no estén presentes en el colegio, si el niño sabe que le defenderán y que están de su parte incondicionalmente, se sentirá protegido.

Ante una situación extrema, siempre recuerdo que Alexander Neill contaba cómo un amigo suyo que criaba a sus hijos en el respeto y la libertad, les había apuntado a clases de boxeo para que supieran defenderse si eran atacados en el colegio. Yo no soy partidario de responder con violencia, pero sí creo que debemos dotar a nuestros hijos de las herramientas necesarias para que puedan protegerse y no dejarse intimidar por los matones de la clase o por ciertas actitudes violentas. Los niños agresivos acostumbrados a abusar de otros, suelen buscar víctimas sumisas y que no respondan a sus provocaciones, de modo que, cuando se encuentran con alguien seguro, que no se deja amedrentar y que es capaz de defenderse, dejan de tenerlo entre sus objetivos.

- Le insultan o le agreden verbalmente (en la calle, en el colegio)
Los abusos verbales también son una forma de maltrato de la que debemos proteger a nuestros hijos. Los insultos y las burlas pueden tener un grave efecto en la seguridad de los niños.

Mi experiencia me ha mostrado que los niños criados de manera libre y respetuosa son mucho más seguros y menos influenciables que otros. Esto les ayuda a la hora de enfrentarse a estas situaciones de insultos o burlas por parte de otros niños. A pesar de tener esta ventaja, también es verdad que estos niños suelen ser más sensibles y necesitan, a edades tempranas, del acompañamiento de sus padres para que les ayuden a reconocer y defenderse de esas situaciones.

La mejor herramienta que podemos ofrecerle a nuestros hijos frente a este tipo de actitudes es el poseer una autoestima reforzada. Resulta de vital importancia, para que no duden de sí mismos y sepan defender claramente lo que quieren, que los niños se sientan respetados incondicionalmente en su casa. La idea fundamental que siempre debemos inculcarles a nuestros hijos es que confíen en ellos mismos y que no se dejen influenciar por lo que otros les puedan decir, sobretodo, cuando lo que le han dicho resulta humillante, cruel o insultante.

Un niño seguro, será capaz de no hacer caso de insultos que no tengan sentido, no buscará la compañía de ese tipo de niños y preferirá jugar con otros más respetuosos.

Igual que en el punto anterior, también podemos usar el role-playing o el teatro con muñecos para practicar con las distintas situaciones y sus alternativas.

- Violencia verbal dentro de la propia familia.
Otro escenario donde los niños presencian y/o reciben numerosas agresiones de las que rara vez son defendidos es dentro de la propia familia. Con frecuencia, otros familiares tienen concepciones educativas distintas a las nuestras y, si no prestamos atención, nuestros hijos pueden verse sometidos a chantajes (si no te comes esto, no iremos al parque), amenazas (no toques eso que te voy a castigar) o insultos (este niño es tonto, no sabe lo que dice).

Hace unos meses, se nos ocurrió una iniciativa para ayudar a los padres en estos trances familiares. Se trataba de realizar una lista con las actitudes que no deseábamos que algunos miembros de la familia tuvieran con nuestros hijos y colocarla en la nevera, a la vista de todo el mundo. Planteábamos sugerencias como “no calificar al niño como bueno o malo”, “no corregirle de manera negativa cuando cometa algún fallo, producto de su proceso de aprendizaje”, “no obligarle a comer cuando no quiera más” y, por supuesto, “no gritar, no insultar, ni regañar”.

Aquí os paso el enlace por si queréis verlo En vacaciones, respetad a nuestros hijos

- Presencia situaciones violentas (en la calle, en la televisión, etc.)
Paseando por la playa o en cualquier parque infantil, podemos encontrarnos, por desgracia con demasiada frecuencia, con situaciones en las que los padres gritan, insultan o abofetean a sus hijos. Una escena de este tipo, obviamente, puede resultar impactante para los niños criados con amor y respeto, por lo que necesitarán la ayuda de sus padres para comprender por qué la gente actúa de esta manera.

Podemos explicarles, como he comentado anteriormente, por qué pensamos que esas personas se comportan así (les pegaron a ellos cuando eran pequeños o no le dieron el cariño que necesitaban). También debemos decirles que, por muy habituales que sean esas situaciones y por mucha gente que se comporte así, ésa no es una manera sana de solucionar los conflictos y que se debe buscar una alternativa dialogada que tenga en cuenta los sentimientos de los demás.

La televisión es otro medio que puede exponer a los niños situaciones de excesiva agresividad. A pesar de que existe una regulación en contra de las escenas de violencia y pornografía en horario infantil, pocas cadenas la cumplen y los niños pueden encontrarse casi en cualquier momento con insultos, gritos, guerras o atentados. Una amiga me contaba que su hija tenía poco más de dos años cuando estalló la primera Guerra del Golfo. Como aparecían escenas escabrosas a cualquier hora del día, era inevitable que la pequeña viera las imágenes de los soldados y los bombardeos. La niña empezó a preguntar qué hacían aquellos hombres y por qué rompían las casas de otra gente. Sus padres le explicaron las raíces de la violencia adaptándose a su nivel de lenguaje; le dijeron que la gente que hace eso no ha recibido el cariño necesario en su casa. La niña lo entendió perfectamente, pese a su escasa edad y, hoy en día, tiene un gran sentido de la justicia y se rebela ante cualquier situación de abuso de poder.

RESUMEN

A modo de conclusión, me gustaría destacar unos puntos para tener en cuenta a la hora de afrontar las situaciones violentas que nuestros hijos se pueden encontrar:

  • Los niños criados con apego no pueden vivir aislados del mundo. Necesitan saber que no toda la gente les tratará con el respeto que lo han hecho en casa. Los padres deben proporcionar a sus hijos las herramientas emocionales necesarias para que puedan defenderse.
  • Acompañamiento y protección: los niños precisan sentirse protegidos por sus padres para poder crecer seguros de sí mismos.
  • Respeto: apoyar al niño y acompañarle en sus procesos evolutivos le ayudará a confiar en sí mismo y a poder afrontar y defenderse de las injusticias.
  • Comunicación: es fundamental hablar de manera abierta con nuestros hijos y explicarles, adaptándonos a su nivel, los motivos por los que otras personas son agresivas.
Acerca del autor:
Ramón Soler es psicólogo colegiado experto en Terapia Regresiva Reconstructiva, Hipnosis Clínica, Psicología de la Mujer (Embarazo, Parto, Puerperio) y Psicología Infantil. En la actualidad ejerce su profesión en su propia consulta en la ciudad de Málaga (España).

Fuente: www.crianzanatural.com